TROMPETA AL AMANECER

 

Amanece y esto solo es un instante,

la belleza es tan efímera y esquiva,

el futuro desciende hacia adelante,

fluye siempre entre montañas arriba.

En el valle hay un silencio moderado,

pájaros que en coro cantan al día,

agua como un reloj suena a mi lado,

soy arbol tengo el rocío todavía.

Que yo fui como flor trompeta de ángel,

mi corola rosada y abierta al tiempo,

semilla electa de un valle distante,

porque nací de un sueño y un sentimiento.

Yo soy el aliento de la última estrella,

pero que se apagó en el firmamento,

que corta es la vida pero qué bella,

luz roja, semilla que trajo el viento.

Amanezco entre montañas arriba,

un río fluye, igual que mi esperanza,

con agua fresca, vida que motiva,

siento dentro el llamado de la garza.

Mis versos yo los escribo en el viento

para que lo canten todas las aves,

y solo ellas dan voz a lo que siento,

mi hablar se volvió un poema, lo sabes.

Mis rimas buscan el amanecer,

mi alma es testigo de la melodía,

a ti, mi Dios, correré una y otra vez,

soy arbol tengo el rocío todavía.

Gritaré como las garzas al viento

que me traigan desde un valle distante,

que me vuelva a la vida lo que siento,

y ya no durará solo un instante.

SERGIO SÁNCHEZ GARRIDO

Mi poema “Amanece y esto solo es un instante” es una meditación profunda sobre la belleza efímera de la vida, la conexión con la naturaleza y la búsqueda de significado espiritual. Las imágenes vívidas y las metáforas evocadoras crean una experiencia poética rica y conmovedora. Es un testimonio de la capacidad del lenguaje poético para capturar y expresar las complejidades de la existencia humana.

Mi poema es una obra lírica que captura la belleza efímera de la vida y la naturaleza, mientras explora temas profundos de esperanza, espiritualidad y la conexión con lo divino. Aquí tienes un comentario detallado sobre tu poema:

La primera estrofa, establece el tono del poema, destacando la fugacidad de la belleza y el paso inexorable del tiempo. La imagen del amanecer como un instante efímero es poderosa y evoca una sensación de transitoriedad. La metáfora del futuro que desciende y fluye entre montañas añade una dimensión visual y dinámica a la reflexión sobre el tiempo.

En la segunda estrofa, el poema se sumerge en la serenidad de la naturaleza. El silencio moderado del valle y el canto de los pájaros crean una atmósfera de paz y armonía. La comparación del agua con un reloj sugiere el paso del tiempo de manera natural y constante. La imagen del arbusto con rocío añade un toque de frescura y vitalidad.

En la tercera estrofa, el hablante se compara con una flor trompeta de ángel, simbolizando pureza y belleza. La referencia a la corola rosada y la semilla electa sugiere un origen especial y un propósito divino. La conexión con un sueño y un sentimiento añade una capa de profundidad emocional y espiritual.

La cuarta estrofa introduce una reflexión sobre la mortalidad y la belleza de la vida. La imagen del aliento de la última estrella que se apaga en el firmamento es melancólica y evocadora. La vida, aunque corta, es descrita como bella, y la luz roja y la semilla traída por el viento simbolizan la continuidad y la renovación.

Aquí en la quinta estrofa, el poema vuelve a la naturaleza, con el hablante amaneciendo entre montañas y comparando su esperanza con un río que fluye. El agua fresca simboliza la vida y la motivación, mientras que el llamado de la garza representa una conexión espiritual y un sentido de propósito.

En esta estrofa sexta, el hablante expresa su deseo de que sus versos sean llevados por el viento y cantados por las aves, simbolizando la difusión de sus sentimientos y pensamientos. La transformación del hablar en poema sugiere una profunda conexión entre la expresión poética y la esencia del hablante.

La septima estrofa. La búsqueda del amanecer a través de las rimas refleja una búsqueda de renovación y esperanza. La referencia a Dios y la promesa de correr hacia Él una y otra vez subraya la dimensión espiritual del poema. La imagen del arbusto con rocío se repite, simbolizando la persistencia de la vida y la fe.

En la octava estrofa. El poema concluye con un grito al viento, pidiendo que los sentimientos y la vida sean restaurados desde un valle distante. La esperanza de que la vida no sea solo un instante efímero, sino algo más duradero, cierra el poema con una nota de anhelo y aspiración.