LA ESCUELA DEL CAMINO

 LA ESCUELA DEL CAMINO

Yo voy andando camino de la escuela

mi cartera llena de expectativas

mis sueños y visiones emotivas

hacia el corazón bajando la acera

Yo soy un libro abierto, alma muy sincera

aunque a veces me cierro por momentos

si me visteis cerrado lo lamento

yo soy como la flor de adormidera

Y yo aprenderé amando a mis amigos

aquellos que se burlan ya han perdido

la primera lección de este camino

el respeto siempre vendrá conmigo

Tu gran paz sedante te calmará

así tú te limpiarás toda pena

alma que vas camino de la escuela

tu cartera abre, el día empezará

Sensitiva al tacto se guardará

alma que va camino de la escuela

aprende primero dentro que fuera

cierra en la noche amapola real

Niño no vivas de prisa y pregunta

no aprendas de ningún depredador

cuídate de quienes causen dolor

pon atención y en tu libreta apunta

Haz el camino hasta tu edad adulta

atiende mucho al maestro interior

porque el camino es la lección mejor

mira muy bien ¿De qué tu alma se asusta?

¿La competencia? ¿Quizás del error?

lo arreglamos con un poco de ciencia

cuando tu aprendes con mucha paciencia

no tengo duda, serás el mejor

SERGIO SÁNCHEZ GARRIDO

El mensaje de mi poesía: Es el aprendizaje de la vida a través del camino de la escuela, que representa tanto el lugar donde se adquieren los conocimientos académicos como la metáfora de la experiencia vital. Como poeta yo me dirijo a mí mismo como un niño que va lleno de ilusión, sueños y visiones por el camino, pero también que se enfrenta a las dificultades, las burlas y el dolor que le causan los demás. Como poeta soy como un libro abierto, un alma sincera y una flor de adormidera, que se cierra al tacto y a la noche, pero que también tiene una gran paz y una capacidad sedante. Como niño aprendí a amar a mis amigos, a respetar a los demás y a mí mismo, a preguntar y a atender al maestro interior, que me guía por el camino. Como poeta también me cuestionó mis miedos y mis errores, siempre pienso en mis hijos y mis nietos a ellos les digo que todo se supera con ciencia y paciencia. El poema termina con una confianza en mí mismo, en mis hijos y en mis nietos, cada uno con su potencial, se superaran hasta llegar a ser los mejores..