Experiencias

 Experiencias



¿Experiencia? Solo cuando yo aprendo,
mi mochila está muy cargada y llena
algunas cosas que yo aun no entiendo
porque aún me producen culpa y pena
Pero otras que por ellas yo trasciendo
pequeñas semillas que me fueron buenas
porque no pesan, pero irán creciendo
montañas serán solo granos de arena
Así como yo lo vaya entendiendo
ni pena ni culpa serán mis cadenas
fe para cambiar mi comportamiento
y animo que la tristeza envenena
Una semilla produce el movimiento,
cuida que tu carga ya no sea la ajena
tampoco la de falta de conocimiento,
memorias liberadas de toda condena
Tu espíritu sea libre como el viento
y tú mochila mucho más llevadera
fe, ánimo y que no te falte el aliento
haz tu experiencia buena y verdadera
Dolor y fracaso no es lo que experimento
mi alma fue como una gran enredadera
yo me agarré a lo bueno todo el tiempo
planté en el mar semillas verdaderas
SERGIO SÁNCHEZ GARRIDO
El mensaje de esta poesía es el de una persona que reflexiona sobre su vida y su aprendizaje, y que expresa una actitud positiva y optimista ante los retos y las dificultades. El autor usa la metáfora de la mochila para representar el conjunto de experiencias, recuerdos y emociones que ha acumulado a lo largo de su existencia, y que le han marcado de alguna manera. Algunas de esas experiencias le han causado dolor, culpa o pena, pero otras le han ayudado a crecer, a superarse y a encontrar el sentido de su vida. El autor reconoce que no entiende todo lo que le ha ocurrido, pero que está dispuesto a seguir aprendiendo y a liberarse de las cargas que le impiden avanzar. El autor también usa la metáfora de la semilla para simbolizar el potencial de cambio y de mejora que tiene cada persona, y que depende de su actitud y de su voluntad. El autor afirma que una semilla puede producir el movimiento, es decir, la transformación de la realidad, y que puede convertir las montañas en granos de arena, es decir, los problemas en soluciones. El autor también invita al lector a cuidar su propia carga, a no dejarse influir por lo ajeno, a no conformarse con la ignorancia, y a liberar sus memorias de toda condena. El autor aspira a tener un espíritu libre como el viento, una mochila ligera y llevadera, y una experiencia buena y verdadera. El autor concluye diciendo que no siente dolor ni fracaso, sino que se siente orgulloso de su alma, que fue como una enredadera, que se agarró a lo bueno y que plantó semillas verdaderas en el mar, es decir, que dejó una huella positiva en el mundo.

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