MI ATRIO INTERIOR


MI ATRIO INTERIOR



Desde niño entraba y salia,

te recuerdo puro,

yo no sabia lo que quería

y entonces te volviste duro

 

Hoy detrás de tus paredes,

es donde anhelo estar.

Corazón que te mueves

entre el velo y el altar

 

Ábrete más que nunca,

quiero ver tu interior brillar.

Corazón, dime ¿a quién buscas?

Dime, ¿con quién quieres estar?

 

Allí hay un lugar que añoro,

donde nadie, sino yo puede llegar,

hay cadenas de oro

nadie me puede molestar

 

Contemplando la riqueza de sus tesoros,

en silencio quiero estar.

Corazón ábrete que te añoro

y sentiré como quien te vino a habitar

 

Cristo es para mí todo oro

Un amigo de verdad

Se que habita dentro y lo valoro

A mi corazón Él vino a habitar

 

Emocionante cuarto secreto

no sé, qué más puedo valorar.

Déjame hablar con Él sin veto.

Corazón déjame entrar

 

Viviré siempre en tus atrios,

entre el velo y el altar

me infundirás su animo

y sentiré a quien te vino a habitar


Te olvidé queriendo hacer tantas cosas

que se rompían como las olas del mar,

teniendo dentro las mas hermosas,

invertí en historias que me salieron mal


Y ahora sé que aquí dentro,

hay un lugar

donde esta el maestro

hay un plan para volver a empezar

 

Mejor un día de corazón,

que mil años fuera

que hay frio y mucho dolor

ábreme no me dejes fuera

 

Hice tantas cosas sin corazón

que mi alma se quedó afuera.

Ya no quiero ser el mejor

ábrete corazón quebranta esas cadenas

 

Que hay frio y mucho dolor,

que me he cargado de penas,

por fin he comprendido mi error

Es Cristo lo que mi alma anhela

 

Y mi corazón se quebrantó,

y me vi entre sus paredes

Hablé con mi redentor

y me dijo levántate, aun se puede


Mantén tu corazón puro

alíviate de afanes

no te vuelvas otra vez duro

este es nuestro cuarto secreto,ya lo sabes


Mi Padre nos ha citado

en el corazón, aquí dentro

aquí te sentirás amado

Y aquí siempre te hablara el Maestro


SERGIO SÁNCHEZ GARRIDO




Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CIELO

ADIOS MARITA

Ocho minutos